Este punto de partida, obviamente se encuentra en terrenos de máxima competitividad que dificultará la introducción en los mercados internacionales y por consiguiente se augura una menor comercialización de manera sensible para las empresas cuyo campo de actuación básicamente este en territorio nacional y quizás más acusada en el ámbito internacional fundamentalmente en aquellos caldos jóvenes.
Para situarnos de que posición partimos, en el caso de España, aun mantenemos un 55% del volumen de exportación de vinos a granel ó lo que es el 20% del valor total, y más de 4 millones de hectolitros de mosto, se espera una reducción de la cantidad disponible de vino y su consiguiente elevación de precios por lo que se espera que se dejará notar de forma especial. Con estas perspectivas y por los datos registrados en el pasado mes de octubre se observan fuertes retiradas de granel y una demanda muy importante para los envasados, aun así parece razonable esperar que el volumen disminuya en los próximos meses, se vuelvan a recuperar los precios medios y, en este coctel, la facturación internacional por nuestros vinos se mantenga ligeramente positiva, quizás por encima de los 3.000 millones de euros.
Desde el punto de vista internacional, tenemos que referenciarnos a las cosechas de nuestros vecinos comunitarios (Francia, Italia..) con la tendencia al aumento de sus precios, debido a la escases de sus respectivas vendimias y por consiguiente a un menor nivel de comercialización eso si con una mayor facturación. Como peculiar diremos que:
.- Aunque se espera que se resienten la venta de los vinos a granel puede que resulte positivo las acciones que lleven a las ventas de granel en los destinos finales como forma de abaratar en el transporte el coste por litro y ello con el intercambio entre compras de envasados por compras de granel, que en la actualidad ya se están dando.
.-Durante el año 2017 las compras mundiales están pilotadas por China, Rusia, Holanda y Lituania.
.-EE.UU, Alemania y Reino Unido siguen destacando como mejores mercados internacionales con cotas de 10 millones de hectólitros cada uno, si bien este consumo viene representado por una grafica cuya pendiente es más suave. Brasil, República Checa disponen de unos índices superiores al 10%.
Los efectos sobre el mundo empresarial se harán sentir, por un lado el reto de afrontar los incrementos en los costes con dudas en sobre la aplicación al “sector cliente” y por otro como soportar el descenso de ventas. Estas dos situaciones, que les sobrevienen acarrean una situación embarazosa, que se verá más acusada en aquellas empresas en las que su expansión sea menos diversa ó que comercialicen productos jóvenes, ya que son más vulnerables.
Por tanto las perspectivas no son tan halagüeñas y nos permitimos acentuar de que para que esta influencia comercial sea más optimista se necesitará realizar distintas acciones encaminadas a ampliar la diversificación de productos y fundamentalmente conseguir más clientes direccionando logísticamente los mercados adecuados a sus productos. Con ello conseguiremos una menor dependencia cuando se produzcan estos movimientos.
Un saludo desde Mis Vinos