La Ribera del Duero, a través de sus cepas y campos de cereales
La Ribera del Duero dispone de una maravillosa ruta enoturística que cruza una franja de 120 kilómetros, al lado de su inseparable río Duero que completa las distraídas panorámicas del viaje. Sus bodegas, sumergidas bajo este terreno fértil, sirven de aposento y disfrute de la gran afluencia de turistas, tan enamorados de la zona al deleitar sus productos tan apetecibles como el vino allí elaborado.
Esta ruta turística, la más extensa dentro de esta comunidad de Castilla y León, se ve afectada por las provincias de Valladolid, Segovia, Soria y Burgos es el lugar adecuado para recibir las explicaciones que desde sus orígenes representa tan apreciado mosto y percibir su “apareamiento” ó maridaje con, y porque no decirlo, majestuoso menú gastronómico que con su extensa alhaja (su patrimonio cultural), completa y finaliza la jornada turística con gran satisfacción.
Visitar este territorio dotado de unas condiciones excepcionales para el cultivo de la vid, y saborear su vino es la excusa para hacer una escapada: 21.000 hectáreas de viñedos y casi 50 millones de litros de vino cada año. Saltando (mediante sus itinerarios programados) entre bodega y bodega, la mayor parte subterráneas, se contagia sus encantos originarios y una vez que se vuelve a la “luz” se contrasta con sus paisajes adornados de los viñedos tan elaborados, que se asemejan con una perfecta escuadra militar. No hay que dejar de valorar el hecho de disfrutar los pavimentos de sus calles que componen pueblos dignos de su historia. Remataríamos una buena jornada con su degustación gastronómica con la presencia del lechazo asado en horno de leña de encina, la morcilla o la torta de pan de aceite.
Destacamos como lugares recomendables Roa de Duero, Peñaranda, San Esteban de Gormaz y Aranda de Duero, así como los más de cien pequeños pueblos que componen una ruta, quizás la más importante.
Roa de Duero, población de unos 2.000 habitantes, tiene el privilegio de estar situado en la parte más alta del municipio desde donde se puede contemplar una panorámica de la Ribera del Duero y donde se asienta la sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera de Duero, institución como se sabe de aplicar la normas que hacen posible el mantenimiento y prestigio de esta zona vitivinícola.
Aranda de Duero, con unos 30.000 habitantes, pertenece a la provincia de Burgos y tiene algunos monumentos históricos, como la Casa Noble de las Bolas. Sus bodegas, la mayor parte subterráneas, se extienden por más de siete kilómetros.
La D.O. Ribera del Duero está compuesta de más de 200 bodegas, donde el visitante puede apreciar tanto su degustación vitivinícola como su gastronomía, y siempre acompañado de esplendidas panorámicas (parque de las hoces del rio Riaza), refugio idóneo para las aves rapaces y buitres leonados.
Un saludo desde MisVinos.com